Este cambio ha venido impulsado principalmente por cuatro fenómenos: la constitucionalización del derecho, que pone en cuestión la validez de toda legislación; la globalización, que tiende a subordinar la validez e interpretación del derecho nacional a estándares jurídicos internacionales y extranjeros; la proliferación al margen de los códigos de una legislación variada, inestable, proveniente de fuentes diversas, muchas veces técnicamente defectuosas y, por último, cambios importantes en las valoraciones morales de la sociedad que demandan constantes reformas a la legislación.

Como consecuencia de estos fenómenos el derecho es ejercido hoy en condiciones mucho más inestables que hace algunas décadas. Esta inestabilidad concierne tanto a la identificación de las reglas aplicables a un problema, como a su interpretación y aplicación. Paradigmática en este sentido es la regulación de algunos sectores de la economía, la cual depende hoy de una reglamentación que no se encuentra en códigos y en cuya formación puede intervenir, además del Congreso Nacional, diversos entes reguladores, que están sujetos a estándares internacionales que pueden ser aplicados por tribunales arbitrales internacionales, cuya interpretación y aplicación suelen exigir conocimientos técnicos que no han sido hasta ahora propios de la formación de juristas.obj3